Cuentos infantiles para chamanes N°1

28/04/2020

Cahier N° 3

El chaman y su sombra

"El chaman que puso a luchar a su animal nahual contra su propio dios, se le llamó desde niño cuervo por su aspecto sereno y ceremonial. Siempre traía consigo una manta negra a todas las ceremonias, solía sentarse sobre esta a meditar y a recibir en la maloca las enseñanzas del abuelo. Él era el primer niño en haber reconocido su animal. El animal que encontró fue el cuervo. Los otros aprendices lo respetaban y aprendían gozosos de su palabra.

Un día, el resto de los aprendices sobrepasaron al cuervo habiendo encontrado ellos mismos varios de sus animales. Una ceremonia de consagración tuvo lugar en la negra selva. Lo animales vinieron a visitar. El cuervo se mecía en una hamaca reflexionando sobre esta verdad durante la ceremonia de agradecimiento. Había estado largos años con su cuervo, pensaba, lo conocía perfectamente y tomaba de él todo su poder y sabiduría siendo algunas veces altivo y lúgubre. Decidió que no debía desanimarse por llegar más tarde que los demás, por el contrario, imaginó que debía estar atento a las señales para entender lo que sucedía. Se levantó listo para tomar su turno frente al fuego."

« El abuelo abrió la ceremonia bailando y diciendo así : "Los ancestros nos cuentan de los animales que el primer trabajo consiste en encontrarlos. Imaginar un solo trazo de sus cuerpos nos resulta difícil, pero es un salto real hacia dentro. Un compromiso con lo que dentro está. Poner en duda lo exterior para generar un espacio en donde viven y respiran los nahuales, eso es lo que pide el animal. Luego, se debe aprender a invocarlos. Un chaman es un encantador de la naturaleza, él sabe cómo cambiar la vibración de su cuerpo para ser también animal, naturaleza y elemento de ella misma. El último paso es conectarse con ellos para transformarse, dejar de ser hombre y experimentar una parte del todo y de la nada. Si todo es uno, todo es dos, sus nahuales lo saben, se les debe creer. El zorro, el caballo, el colibrí...Una vez encontrados deben ponerse a trabajar cada uno en su campo. Así, se puede ir a la fuente para reconocer la alianza entre ellos. Los abuelos nos obligan a ir a la biblioteca para entender la respiración de esos animales en nosotros. Ahora deben ir a la biblioteca". Diciendo esto cerró la ceremonia para retirarse a su maloca».

«El Cuervo escuchó al abuelo con atención y fue a beber de la biblioteca para encontrar las respuestas en su cuerpo. Vio y habló con la sombra de sí mismo que se presentó en forma de cuervo. Entendió que lo que él llamaba algunas veces oscuridad era solo su sombra, entendió lo que dijo el abuelo: Si todo es uno, todo es dos... "Los nahuales también tienen una parte salvaje, mal entendida, llamada sombra". Su dios había peleado con él, llamándolo maldad, bajeza. Se dijo: "el cuervo no es la parte negativa de mi divinidad como lo había pensado siempre. Él era la sombra de la naturaleza. Otra forma de la energía de mi dios interno. Yo expresaba exigencias o intransigencia..." Convirtiéndose en un enorme cuervo blanco, luego, en un león negro y en un fénix de hielo, estudió la formula de toda composición entre ellos. "Ellos son aliados", entendió. Así pudo amar a cada uno de sus animales sin alejarlos de su sombra».

"Te he citado este cuento para que entiendas las consecuencias negativas en la vida del chaman que no reconoce la sombra de la naturaleza. La sombra de los animales protesta cuando esto sucede. Los hombres que entienden esta historia no tendrán dificultades en descubrir que los peligros que los persiguen son una parte de ese animal y tarde o temprano terminan por manejarlos. Esa satisfacción es sin duda la razón de tu visita, gracias por venir".


Mlle Renard

 beatrizhelenaninobonett@gmail.com
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